El gobierno nacional el pasado 04 de noviembre de 2023, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible declaró oficialmente que el fenómeno del niño ha llegado a su madurez, tras el comunicado del IDEAM donde se hizo seguimiento a la temperatura del océano Pacífico y se estableció que durante cinco trimestres consecutivos se registraron valores superiores a 0.5 °C.

Según el ex ministro de ambiente Ricardo Lozano, el fenómeno del niño reduce en un 70 a 80% las lluvias, lo cual tiene un efecto en el desabastecimiento de agua potable en los municipios, el incremento de riesgo de la salud pública por enfermedades respiratorias, brotes de dengue y malaria, y deslizamientos por la sequía de los suelos.

La variabilidad climática se viene intensificando y, como consecuencia, los incendios forestales se van a seguir presentando e incluso se pueden intensificar. El impacto de los incendios forestales es enorme en la calidad del aire y de ahora en adelante es a lo que nos vamos a seguir enfrentando.

Adicionalmente, la rectora de la Universidad EAN Brigitte Baptiste, indica que los ecosistemas secos, que son los que tienen un periodo de déficit hídrico mayor a 3 o 4 meses en el año, como son los del altiplano cundiboyacense, Santander, Chicamocha, Patía, algunas zonas del Tolima, Huila, Cesar, Magdalena y Guajira, tienen esa condición, y se viene acentuando por deterioros del suelo, deforestación y el ciclo de sequía que se incrementa y nos encamina al colapso ecológico.

Impactos ambientales:

El impacto ecológico de los incendios forestales no es tan dramático según Baptiste, ya que afecta el bienestar de los animales, pero funciona como un renovador ecológico, donde posteriormente crece la vegetación nativa, pero nos cuesta la espera de 50 a 100 años para que el ecosistema se recupere.

Los incendios forestales causados por el humano se hacen con el objetivo de apropiarse de las tierras, para el tráfico ilegal de animales, tráfico de madera y negocios ilícitos. Actualmente se están causando en predios de los parques nacionales naturales, principalmente en la Amazonía.

Al presente, los vientos están 3 veces más fuertes, según Lozano, la radiación solar sigue más fuerte y con estas condiciones pueden continuar los incendios hasta el periodo de lluvia pronosticado para abril de 2024.

No hay episodio más severo y dramático que estar cerca de un incendio forestal, hay alta presencia de material particulado fino y ultrafino. Por lo tanto, la emergencia ambiental por calidad del aire está cercana.

El pronóstico de la amenaza por incendios de la cobertura vegetal del IDEAM según el boletín No.25, arroja un total de 681 alertas rojas en todo el país, haciendo la respectivas recomendaciones a los consejos departamentales y municipales, las autoridades ambientales regionales y locales a mantener activos los planes de prevención y atención de incendios con el fin de evitar la ocurrencia y propagación de estos, especialmente en las áreas de reserva forestal y del Sistema Nacional de Parques Nacionales Naturales.

Iniciando el mes de abril, el director de la CAR Cundinamarca, Alfred Ignacio Ballesteros, se sumó al llamado del alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, a ahorrar agua antes que enfrentar medidas más drásticas como la actual, tras el descenso del nivel de los embalses Neusa, Sisga y Tominé, que presentan un promedio total de almacenamiento del 55,4%. Aunque inicia la primera temporada de lluvias, los sistemas de almacenamiento requieren una recuperación gradual y controlada.

Soluciones:

  • El Gobierno Nacional destinó un presupuesto de 2,2 billones de pesos para el Plan Nacional de Gestión, que permitirá enfocar esfuerzos en 176 municipios vulnerables a sufrir el desabastecimiento de agua, afectaciones por sequía, incendios forestales, entre otros.
  • Fortalecer las prácticas de gestión del riesgo a través de las Corporaciones Autónomas Regionales.
  • Fortalecer las capacidades de alertas tempranas en comunidades de alto riesgo, basados en el sistema de alerta del IDEAM y aplicaciones web.
  • Sistemas de respuesta rápida para atender la emergencia, y después del incendio, aplicar un elemento de política ambiental: Predio que se queme, predio que sale del mercado: para hacer el debido proceso de regeneración.
  • Los bosques plantados con especies foráneas como el Eucalipto, el Pino y algunas acacias que tienen resinas y aceites se encienden muy fácil, lo cual proporciona el estado propicio para que se generen los incendios forestales, principalmente en esos monocultivos.
  • Volver a instalar bosques nativos, en el caso de los cerros orientales, esta urgente solicitud se viene haciendo desde varios años atrás por diferentes instituciones, como el observatorio ambiental de la Secretaría Distrital de Ambiente.
  • La Sociedad Colombiana de Ingenieros desde la Comisión de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sostenible puede apoyar en la elaboración de los mapas de riesgos asociados con sequías, inundaciones e incendios forestales, dado que un 80% de los municipios están por elaborarse, según Brigitte Baptiste.
  • Así mismo, para el caso de los cerros orientales, puede apoyarse en el plan de restauración de las 13.000 hectáreas que están sembradas con especies foráneas, a partir de la elaboración de una estrategia de inventario actualizado, plan de ejecución y presupuesto. De la mano de actores como la Secretaría Distrital de Ambiente, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, la Universidad de los Andes, Conservación Internacional, y fundaciones como Cerros de Bogotá y Amigos de la Montaña.

Frente a los incendios forestales, el instituto del ambiente para árboles de la Universidad de Stanford plantea “la gestión del combustible” a través de 4 pasos:

  1. Limpiar los bosques de especies arbóreas que son susceptibles de ignición.
  2. Implementación de corta fuegos. Corredores de 50 a 100 m de ancho con caminos sin árboles.
  3. Fortalecer los sistemas de identificación y alertas tempranas.
  4. Profesionalización de la fuerza de bomberos, pasar de los voluntarios a los cuerpos oficiales con profesionales.

La coordinación del Plan de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) está a cargo del Departamento Nacional de Planeación – DNP y ya se ha realizado un primer acercamiento entre la Sociedad Colombiana de Ingenieros, el Comité de Sostenibilidad de la UPADI y el DNP, para apoyar en la ejecución de las estrategias para desarrollo del plan. Es urgente fortalecer las capacidades institucionales para la adaptación al cambio climático, incorporar la variabilidad en los instrumentos de planificación de las alcaldías municipales y fortalecer la gestión de los impactos del cambio climático sobre la biodiversidad y la oferta de los servicios ecosistémicos.

Recomendaciones:

La CTP de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sostenible está de acuerdo con la declaración de situación de desastre y calamidad del Gobierno Nacional realizada el 25 de enero desde Tumaco, siempre y cuando las partidas presupuestales que se van a destinar para estos menesteres de mitigación del problema, no se conviertan en focos de corrupción como los que han evidenciado medios de comunicación a través de la UNGRD, y que terminaron evidenciando actos corruptos como los de la Guajira que generaron la renuncia de su director a finales de febrero.

Toda medida de mitigación del impacto en la calidad del aire como pico y placa ambiental y restricción de vehículos y emisiones por fuentes fijas con potencial contaminante en esta época de alerta roja, es necesaria y obedece a las declaraciones de emergencia por calidad del aire.

El plan de restauración de bosques en cerros con alta presencia de especies como pinos, eucalipto y algunas acacias una vez finalicen los efectos del fenómeno del niño son urgentes y disponemos de los socios activos de la SCI y la Comisión para aportar en su formulación y ejecución.

La implementación de las líneas de acción prioritarias del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático – PNACC requieren de $10.118 millones en el sector agua, $3.409 millones en el sector agropecuario, $10.500 millones en el sector de desarrollo urbano y $1.200 millones en el sector financiero, según el DNP.  Así mismo, son 13 territorios o eco regiones con intervención prioritaria, la Comisión Técnica Permanente de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sostenible en sinergia con el Comité de Sostenibilidad de la UPADI está presto a apoyar en la ejecución de los proyectos priorizados en adaptación.

Establecer puntos para almacenamiento de agua distribuidos en toda la ciudad y obtener menores tiempos de atención, construir la ruta de cargue (helicópteros o carrotanques) y condiciones de operación; a su vez hacer el inventario de puntos de agua actuales en parques y humedales para diseñar el mantenimiento que requieran para prestar este servicio.

Para el caso de Bogotá, diseñar un plan de acopio de agua en sistema de canalización de aguas lluvias tales como: Humedal. Juan amarillo, H. Torca, H. Guaymaral, H. Córdoba, H. Jaboque y los canales Salitre, Rio Negro, Molinos, Callejas, Contador, Córdoba, Cedro, Torca, Virrey, Arzobispo y Cafam construyendo presas temporales que permitan el cierre del canal y se pueda acumular agua de manera controlada para la atención de emergencias.

Involucrar a la empresa privada tal como ingenios azucareros, productores de papel o cartón, entre otros que cuentan con experiencia en manejo de incendios y recoger su experiencia para alimentar los planes de acción locales y acopiar su experiencia de estos eventos.

La construcción de infraestructura sostenible es urgente, y se requiere un código de construcción sostenible que permita desarrollar las nuevas edificaciones con altos estándares de sostenibilidad que permitan desde las construcciones la reducción de la demanda de agua y energía en todo el país.

 

Comisión Técnica Permanente Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sostenible de la SCI.

Elaborado por: Sergio Alejandro Martínez Zambrano.

Presidente de la Comisión Técnica Permanente de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sostenible

Co-chair UPADI Sustainability Committee

Ing. Civil, Esp. Manejo Integrado del Medio Ambiente, Magíster en Gerencia Ambiental.