Una norma busca cambiar las reglas de juego pasando de tener la mayoría de procesos con un solo proponente, a tener pluralidad de jugadores.

Las reglas del juego con las que se adjudican los contratos de obra pública, que cuentan con muy poca participación de organizaciones, están a punto de ser cambiadas.

Luego de que se sancionara la Ley de infraestructura, a comienzos de este año, el Gobierno ha estado preparando la reglamentación que dejaría en pie las normas para evitar que las licitaciones tengan alguna clase de sesgo que beneficie a un solo contratista.

Y aunque se esperaba que la reglamentación quedara lista para antes de que el presidente Juan Manuel Santos dejara la Casa de Nariño, todavía faltan algunos trámites para que ésta entre en funcionamiento.

Juan David Duque, director de la Colombia Compra Eficiente, una de las instituciones que trabaja en la formulación de dicho documento, le explicó a este diario que ya está en la última etapa de socialización y de recepción de comentarios para que la reglamentación quede lista. “Hemos hecho un recorrido por más de diez ciudades escuchando lo que tienen que decir los representantes de organizaciones y de las entidades públicas y sectores que verían impactados con la reglamentación de los pliegos tipo, que es el nuevo modelo con el que aseguramos que los contratos no estén hechos a la medida de un solo oferente”, manifestó.

De hecho, ese ha sido uno de los principales ‘cocos’ que buscó eliminar la Ley de infraestructura, porque la posibilidad de que los contratos se pudieran formular de acuerdo a las características de un solo jugador ponía en duda la transparencia de los procesos.

Para ilustrar ese panorama, la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) compartió con Portafolio un informe en el que indica que, en el caso de las 32 gobernaciones del país, el 56,5% de los contratos adjudicados el año pasado contaron en procesos en donde solo se presentó un proponente.

En otras palabras, 22 de las 32 gobernaciones tuvieron procesos de contratación en donde había tres oferentes o menos. Y de las 2.517 licitaciones adjudicadas, 1.422 solo tenía un proponente. Allí, los dos únicos departamentos con más de seis propuestas por licitación fueron Antioquia y Caldas. El caso de las capitales es similar. Según el reporte de la SCI, que excluye a Bogotá, el 47,5% de los contratos adjudicados contó con un solo proponente, mientras que solo el 12,9% tuvo más de seis oferentes.

En ese sentido, las ciudades con procesos más transparentes son Medellín, Barranquilla, Manizales, Popayán, Neiva, Pasto, Pereira, Bucaramanga e Ibagué.

“Esto genera muchas alertas y preocupaciones de una aparente falta de transparencia en la utilización de los recursos por parte de los gobernadores y alcaldes para satisfacer, solamente, necesidades electorales”, indicó el director de Colombia Compra Eficiente.

Ante ese panorama, el presidente de la SCI, Argelino Durán, cree que la implementación de los pliegos tipo es una buena forma de blindar a las obras públicas de posibles casos de corrupción. “Es la mejor herramienta para evitar más problemas con la desviación de recursos”, aseguró Durán.

A su turno, Duque destacó que las nuevas reglas del juego también permitirán que, por ejemplo, la ejecución de los recursos provenientes de las regalías también se puedan emplear con mayores garantías.

“Uno de los sectores que ha tenido mayor premura para que esta norma entre en vigencia es el de transporte, pues son los que van a empezar a ejecutar obras para construir vías terciarias y buscan que haya una mayor transparencia en los procesos”, agregó Duque.

LO QUE QUEDA

Luego de la revisión de los comentarios de los actores involucrados en estos procesos de contratación, Colombia Compra Eficiente preparará un documento que tendrá que ser evaluado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y, posteriormente, firmado por el director de dicha entidad.

“Por la forma en la que estamos manejando el cronograma, esa reglamentación no alcanzará a estar lista para este Gobierno. Sin embargo, esperamos que ya para los primeros meses de la siguiente administración, la norma entre en vigencia”, indicó Duque.

Finalmente, el directivo subrayó que aunque desde el momento en que se publique la reglamentación este año, todos los contratos de obra pública tendrán que contar con pliegos tipo, los principales efectos de la norma se empezarán a ver desde enero del 2020, que es cuando las gobernaciones y alcaldías cambiarán sus administraciones. “Habrá más participación porque la gente sabrá que los procesos no son amañados”.

María Camila González
marola@eltiempo.com

Fuente: Portafolio