Repuestas para socios y periodistas | La Sociedad Colombiana de Ingenieros como órgano consultivo ha estado en permanente contacto con el Gobierno Nacional, para contribuir en forma decidida, responsable y sensata en la adaptación a las nuevas realidades, y cumplir los nuevos desafíos que tiene la ingeniería y el país.
1. ¿Cuál fue la afectación del sector de ingeniería por el aislamiento, tanto para las obras concesionadas como en las hechas por obra pública, a cargo de las firmas de ingeniería?
Hasta la fecha, las afectaciones son múltiples, por la alta volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad económica en el sector de la ingeniería. La mayor afectación es en el empleo directo de casi un millón de trabajadores, la mayoría entre uno y dos salarios mínimos de ingreso promedio, pero además con un alto grado de informalidad, infortunadamente por debajo de ese rango un alto porcentaje de ellos sin seguridad social efectiva, aún más grave es el empleo indirecto generado por el sector de la ingeniería, que puede ser hasta tres veces mayor. En este orden de ideas, también se afecta un enorme número de microempresas que apenas sobreviven en condiciones cotidianas de la economía y que de tajo quedan inactivas, sin capacidad para sostener una nómina que muy difícilmente puede pasar al teletrabajo o trabajo en casa, pues el trabajo en ingeniería es generalmente de equipo o de procesos encadenados. La mayoría de estas microempresas por lo general son proveedores o subcontratistas de las firmas concesionarias o de los contratistas de pequeños a grandes proyectos de obra pública; por tanto, esta afectación es general y es encadenada.
2. ¿De las medidas adoptadas por el Gobierno, ¿cuántas empresas se han acogido en cuanto a la extensión de los contratos de las concesiones? ¿Esto mismo se aplica en obra pública?
Vemos muy conveniente que, para esta situación de crisis temporal relativamente corta, la solución de extensión de plazo equivalente sea lo más apropiado en el caso de concesiones. Es muy diferente para el caso de obra pública, en donde el impacto directo es proporcionalmente mayor; y aún más en contratos de corto plazo de ejecución. Para las obras públicas en ejecución, la extensión del plazo de ejecución contractual es prácticamente forzosa, pero por ello mismo no cobija el impacto económico sufrido por el receso, por los sobrecostos implícitos en parar y arrancar obras, por los tiempos de maquinaria parada, por los sobrecostos, por daños a los materiales y por el costo de sostener forzosa e inciertamente la mano de obra especializada.
De acuerdo con las indicaciones del gobierno, tanto para obra pública como obra privada, se debe realizar un análisis, para cada uno de los proyectos, sobre cómo iban, cuál fue el impacto, cuál fue la afectación y en eso la Sociedad Colombiana de Ingenieros va a jugar un papel fundamental en ayudarle al Gobierno Nacional como órgano consultivo, para tomar decisiones en ese sentido. Obviamente se necesita el entendimiento, la solidaridad y la responsabilidad de los contratistas y los concesionarios, que entendemos que se va a dar, porque esta situación hay que superarla rápidamente y tomar las decisiones equitativas para las partes, lo cual traerá costos, pero hacen parte de la problemática mundial.
3. ¿A qué peticiones accedió el Gobierno y a cuáles no?
En general el Gobierno Nacional ha escuchado las recomendaciones pues entiende que no es una situación fácil, de la cual no se tenía ni experiencia y ni referencias, y por esa razón se ha ido ajustando poco a poco. El Gobierno ha tenido buenas intenciones en todas sus actuaciones, ha tratado de dar liquidez al mercado y solucionar el problema de pagos de las empresas, exigiéndole a los bancos tener una actitud solidaria, puso a disposición Bancóldex como banco de segundo piso, para aportar las garantías necesarias.
Sin embargo, vemos que los actores de esas cadenas que deben implementar las medidas, se han venido atrincherando en sus esquinas dificultando la puesta en marcha de los beneficios.
Para la generalidad de las micro y medianas empresas en el sector de ingeniería, se esperaba un apoyo directo en el sostenimiento de nómina, aunque fuese parcial. Los mecanismos de crédito, aunque bien intencionados, no están llegando a la mayoría de las firmas de ingeniería, y peor aún para las microempresas. Todavía menos para los profesionales independientes, sobre todo aquellos que no pueden hacer teletrabajo, pues su ocupación es en el campo, en las obras, en instalaciones físicas, en mantenimientos.
Ahora estamos a la espera de que se adopte una política expresa, prácticamente un mandato para que se impulse la desagregación tecnológica de los proyectos, de modo que ágilmente un número mayor de pequeños contratos impulse la reactivación del sector para un mayor número de micro- y pequeñas empresas de ingeniería. Esto es muy urgente definirlo de manera expresa para el 2020 y para el 2021. Ojalá mejor, como una política pública que impulse el emprendimiento y el empleo de los jóvenes. Paradójicamente esta fue una de las ponencias especiales en el pasado XXXV Congreso Nacional de Ingeniería en Cartagena, justo antes del aislamiento.
4. ¿Cuál será el impacto del sector de obras civiles en el ‘encendido’ gradual de la economía tras superadas las medidas de emergencia y cómo puede mover las economías regionales?
Ha sido de las mejores noticias, la reactivación gradual del sector de ingeniería y construcción de edificaciones y de obras civiles, estamos seguros de que, con los protocolos de bioseguridad adoptados, el resultado será ejemplar. Eso sí, debemos ser muy estrictos con su cumplimiento y dar ejemplo. La ingeniería tiene esa ventaja de organizarse rápidamente y ser motor de la reactivación de la economía ya lo ha hecho varias veces en la historia del país, luego de las guerras civiles precisamente fue la ingeniería la que reactivó la economía.
El sector de las obras públicas siempre ha sido determinante en el manejo de los indicadores macroeconómicos por dos razones principales: a) el impacto que tiene sobre el empleo además sobre la mano de obra no calificada y b) la capacidad que tiene el sector de reactivarse muy rápidamente sin estar sujeto a contextos comerciales que determinarían su viabilidad. El Estado como único comprador de las obras públicas con políticas de inversión, puede activar fácilmente la demanda sobre las mismas generando rápidamente ofertas de empleo calificado y no calificado.
No obstante, esta medida es aún insuficiente por el encadenamiento de la ingeniería y la construcción con otros sectores productivos; por tanto, es urgente adoptar protocolos apropiados para ir dinamizando ese encadenamiento.
Entre más pequeñas o más remotas las economías regionales, más urgente y conveniente que se adopten apropiados procesos de desagregación tecnológica del gasto público para generar empleo productivo y rescatar las micro- y pequeñas empresas, esto es crucial.
5. ¿Se ha visto afectado algún desembolso de recursos o la financiación del sector por esta situación?
No tenemos información detallada de carácter general, pero en este tipo de situaciones de emergencia siempre se alteran los procesos administrativos de desembolsos de anticipos, de pago de buenas cuentas de avance de contratos, de liquidación y pago final de los mismos. Teóricamente el teletrabajo podría ayudar a agilizar esto, pero en la práctica surgen muchas dificultades de coordinación y de labores presenciales. Así mismo, los bancos por lo general entran en pánico con los contratistas de ingeniería pues nos consideran una actividad de alto riesgo y ciertamente en buena medida ante estas circunstancias imprevistas así lo es.
No obstante, claramente las condiciones que estarán presentes en adelante han modificado las matrices de riesgo y la percepción de seguridad, lo que a la postre generará menos recursos del sector financiero y más costosos, situación que va a ser determinante en la estructuración de los proyectos nuevos, seguramente inclinando la balanza del Comparador Público Privado hacia los esquemas de obra pública.
Lo importante es que se apliquen los decretos expedidos por el Gobierno Nacional, para que realice la inyección de recursos en las empresas de ingeniería y se pueda atender las necesidades primarias como los pagos de nóminas, parafiscales y proveedores.
6. ¿Cómo analiza la SCI el arranque del plan de concesiones viales 5G?
El arranque del plan 5G le dará un respiro grande al país, porque está la financiación, la estructuración de los proyectos, varios de estos ya cuentan con los diseños, va a ser un plan que va a cambiarle la cara al país para darle una mayor competitividad. Este sector al ser transversal dinamizará al máximo los demás sectores del desarrollo nacional, como la creación de infraestructura básica, escuelas, hospitales, carreteras, construcciones industriales y comerciales. La construcción debe continuar con su papel dinamizador y es un generador de empleo importante, con cerca de un millón y medio de puestos de trabajo por año.
La dinámica que ha ido alcanzando el grupo de proyectos de 4G y varias APP-IP es muy buena para la economía nacional en general pero en esta coyuntura habría que considerar temporalmente la mayor prioridad del gasto fiscal de corto a mediano plazo en un programa de obras civiles, de instalaciones muy diversas, de reparaciones y mantenimientos largamente postergados, de reactivar obras que siguen siendo elefantes blancos – ahora quizás más raquíticos – que pueden reactivar el sector y generar mucho más empleo y también promover el emprendimiento en muy diversas regiones; y esto ante todo para los jóvenes y para los ingenieros veteranos aún productivos y sin seguridad social: muchos ingenieros veteranos infortunadamente se van a quebrar durante esta breve pero impactante crisis y no tienen un escenario claro para su subsistencia, ni el sector de grandes obras puede generar tanto empleo.
GERMÁN PARDO A.
PRESIDENTE