Dos decisiones contradictorias tienen en riesgo la implementación de proyectos alternativos para los samarios.
Ante la tragedia que enluta a varias familias en el municipio de Rosas en el departamento del Cauca, la Sociedad Colombiana de Ingenieros manifestó su dolor y expresó su solidaridad con los familiares de las víctimas afectadas a raíz del alud, ocurrido el pasado domingo 21 de abril; así como a todos los afectados en los demás municipios del territorio nacional por esta ola invernal.
Igualmente, lo hizo con los propietarios de los inmuebles que han visto afectado su patrimonio en Barbacoas, Nariño; territorio que sufrió el desbordamiento del río Telembí, suceso climatológico que arrasó con numerosas viviendas, dejando personas damnificadas no solo en el casco urbano, sino también en la zona rural.
En su pronunciamiento, la Sociedad también expresó que estas tragedias ponen de presente una vez más, que es urgente y necesario replantear la implementación de la política de prevención de riesgos de fenómenos como deslizamientos, movimientos en masa e inundaciones. Según los ingenieros, los principales factores detonantes como son las lluvias y los sismos, deben ser analizados con responsabilidad, seriedad, oportunidad e ingeniería.
La Sociedad Colombiana de Ingenieros con sus 28 Sociedades y Asociaciones Regionales, conjuntamente con el Servicio Geológico Colombiano, confirmó que trabaja en la determinación de los mapas de amenaza, vulnerabilidad y riesgo, con el fin de identificar las áreas susceptibles de amenaza; cuantificar la probabilidad de estos eventos; medir el daño potencial asociado a su ocurrencia; definir las acciones y obras necesarias para mitigar a corto y mediano plazo los efectos de las inundaciones o deslizamientos que afecten el desarrollo económico y social de cada zona y además ponen en riesgo la infraestructura, causando por ejemplo daños a las plantas de captación, a la infraestructura local y a los acueductos por crecientes súbitas de los cuerpos de agua, restringiendo el suministro de agua potable.
La SCI añadió que es obligación de los municipios desarrollar un Plan de Ordenamiento Territorial (POT) o un Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT), que entre otros tópicos deberá identificar las amenazas, la vulnerabilidad y los riesgos, además servirá como base para elaborar planes, reducir riesgos y evitar que éstos se conviertan en desastres. Los desastres ocurren porque oportunamente no se tomaron las decisiones o las tomadas no eran las adecuadas.
Los ingenieros expresaron que los planes de ordenamiento territorial, deben incluir necesariamente en su conceptualización filosófica, la obligatoriedad de proteger y prevenir el daño y pérdida de la vida humana, además de los bienes y servicios públicos. La ética y la responsabilidad social, deben constituir el mandato principal de estos planes.
Finalmente, la SCI, manifestó que con el propósito de contribuir a realizar estos cambios, ofrece su apoyo como corporación científica, técnica y académica en su carácter de órgano consultivo del Gobierno Nacional para analizar exhaustivamente el alcance de los planes de desarrollo territorial de los municipios, los planes de ordenamiento y manejo de las cuencas hidrográficas y los demás instrumentos de la política de desarrollo regional y manejo del riesgo.
Fuente: W Radio