Aunque el Gobierno Nacional anunció ayer que la vía Bogotá-Villavicencio estará abierta el próximo viernes luego de que 21 derrumbes obligaran su cierre desde el domingo, su apertura deja grandes desafíos.
Entre ellos están la financiación de un tramo que no tiene recursos, terminar las obras que están en ejecución y construir la vía adaptada al cambio climático, con el fin de que los derrumbes no obliguen a su cierre cada año, como viene ocurriendo.
Esto, sin duda, no será fácil ya que la salida más importante de Bogotá hacia los Llanos Orientales lleva tres décadas en construcción y solo un tercio está terminada. La inversión que se ha hecho desde entonces suma cerca de 8 billones de pesos y el concesionario opera tres peajes que mensualmente dejan un recaudo cercano a los 217 mil millones de pesos, según la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). (Ver infografía)
En rueda de prensa, la ministra, Angela María Orozco, manifestó que dicha carretera estará abierta el próximo viernes 31 de agosto, siempre y cuando las condiciones meteorológicas sean favorables. “En principio pensamos que el viernes es la fecha de apertura. Los daños causados a la infraestructura, que son sustancialmente mayores a los previstos inicialmente, han generado más complicaciones. Mientras tanto tenemos que garantizar la movilidad aérea. Ya hay información de vuelos adicionales y de nuevas aerolíneas poniendo vuelos”, dijo la ministra Orozco.
Sobre el cierre de la vía que ha generado problemas para los habitantes de los departamentos de Casanare, Arauca, Vichada, Meta, Guaviare, Guainía, Vaupés; la jefe de la cartera de transporte expresó su preocupación por los derrumbes que se desencadenaron en todo el trayecto tras la fuerte lluvia del pasado domingo.
“En realidad esto es un tema integral que tiene que ver con la ola invernal, pero también son una serie de puntos críticos de esta carretera, algunos son responsabilidad de un plan de contingencia del concesionario y otros no están dentro de contrato de concesión y nosotros como Estado debemos afrontar. Habrá una supervisión estricta de la vía alterna, que sabemos que es más larga, pero que en este momento es la única posibilidad”.
¿Qué es lo que pasa?
La vía Bogotá-Villavicencio, un corredor vial que mueve cerca del 65 % de la carga nacional, según Planeación Nacional, y que es la columna vertebral para comunicar a siete departamentos de los Llanos Orientales, tiene cerca de 90 kilómetros, los cuales están divididos contractualmente en tres tramos. Los primeros 30 kilómetros (aproximadamente), es decir, la salida de Bogotá, están desfinanciados y en la actualidad no hay ningún proyecto en ejecución en este tramo que pretende realizar una doble calzada. Es decir, será tarea del Gobierno Duque buscarle una solución a este cuello de botella.
Los siguientes 30 kilómetros de doble calzada fueron adjudicados a Coviandina y la construcción empezó en junio de 2015. En este tramo se ejecutan obras por 5 billones de pesos y según la ANI tiene un avance del 25 %. Es ahí en donde en la actualidad se concentran la gran mayoría de puntos críticos que el Estado tendrá que intervenir porque no estaban contemplados en el contrato de concesión, según la ANI.
Y, por último, está el tramo que construyó Coviandes, otros 30 kilómetros aproximadamente que hacen parte de las concesiones de primera generación. Este trayecto estaba próximo para su entrega al Gobierno hasta que se desplomó el puente Chirajara en enero de este año. Ahora tiene fecha de inauguración en 2023, según la ANI. Es importante anotar que toda la carretera tiene garantizado el mantenimiento a través de la concesión de Coviandes.
Argelino Durán, presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, explicó que esta carretera es muy vulnerable a las lluvias. Siempre que hay un aguacero se presentan derrumbes. Indicó que aunque el concesionario no puede intervenir estructuralmente los puntos críticos –no está en el contrato– sí es claro que “se debe encargar del mantenimiento de todo el corredor”.
Dijo que en los 30 kilómetros de calzada que está construida por Coviandes no ha habido ningún problema. “Considero que este tramo no ha tenido inconvenientes, ya que está diseñada según el criterio de que hay que hacer carreteras resistentes al cambio climático. Es una prueba de que este tipo de diseños, con grandes viaductos y túneles, son los que hay que seguir ejecutando”.
Hablan transportadores
Felipe Muñoz, vocero de la Asociación de Transportadores de Carga, ATC, explicó que los males de la vía no son nuevos. “Este tema de los derrumbes es viejo. A esa carretera le cae una gota de agua y se derrumba. La pregunta que tenemos es cómo se diseña una vía y nadie se da cuenta que hay 21 puntos de derrumbe”.
Indicó que no entienden por qué cuando la vía está en operación la concesionaria no deja pasar los vehículos de carga por los túneles, es decir, “nuestros carros pagan el peaje, uno de los más caros del país (vale 68 mil pesos para una tractomula), pero obligan a utilizar la vía antigua, la cual no tiene ningún servicio y está en muy mal estado. Nos hacen pagar el peaje, pero no usamos la vía”.
Destacó que cada hora de un vehículo de carga estacionado equivale a 75.000 pesos la hora y en esta vía en promedio se mueven cerca de 3.000 carros de carga.
Entretanto, los empresarios de transporte intermunicipal de pasajeros aseguraron que las pérdidas diarias ocasionadas por el cierre son millonarios. “Son más de $500 millones que los empresarios dejan de percibir por venta de tiquetes, estimamos que a diario más de 15 mil pasajeros se movilizan por la vía y se están viendo afectados”, aseguró José Yesid Rodríguez, presidente de la Asociación para el Desarrollo Integral del Transporte Terrestre Municipal.
Agregó que cada vez que hay una ola invernal en esta vía se presentan derrumbes que ocasionan cierres.
“Una situación que no puede seguir ocurriendo en una carretera de gran importancia como esta. En lo que va corrido del año se han presentado un total de 20 cierres intermitentes en este corredor vial”, puntualizó Rodríguez.
Las empresas que cubren la ruta, en promedio, realizan 750 despachos diarios por este corredor vial.
Fuente: El Colombiano