En la sede Julio Garavito Armero de la Sociedad Colombiana de Ingenieros se llevó a cabo el evento “Aislamiento y Disipación Sísmica”, un espacio académico organizado con la colaboración de la empresa DAMPO Systems, orientado a fortalecer el conocimiento técnico sobre los sistemas de protección sísmica y su aplicación práctica en proyectos de infraestructura en Colombia.

La jornada inició con la intervención del ingeniero Jáver Humberto Vargas, representante de la firma en Colombia, quien presentó un panorama general sobre el uso de tecnologías de aislamiento y disipación en el país. Explicó que actualmente más de 30 proyectos, entre hospitales, puentes y edificaciones educativas, han implementado estas soluciones con resultados que evidencian reducciones de cargas estructurales superiores al 60%, lo que se traduce en mayor seguridad para las comunidades.

Posteriormente, el ingeniero Valentín Jiménez Ramírez, especialista en desarrollo de sistemas de protección sísmica, expuso la experiencia acumulada en el desarrollo de sistemas de protección sísmica, detallando casos de aplicación en infraestructura crítica y resaltando la necesidad de fortalecer las normas colombianas para respaldar el uso de estas tecnologías.

El encuentro continuó con la presentación del ingeniero José Ernesto García Mora Pinto, especialista en diseño estructural y sistemas de disipación, abordó aspectos técnicos sobre disipadores histeréticos y riostras de pandeo restringido, destacando los resultados obtenidos en pruebas de laboratorio y en edificaciones reales. Su intervención puso de relieve la importancia de contar con lineamientos claros y actualizados para garantizar la eficacia de estos sistemas en condiciones de sismo severo.

El ingeniero Fernando Cueto Jiménez, cofundador de la firma, compartió la experiencia de México frente a terremotos como los de 1985 y 2017, subrayando que la protección sísmica no solo representa un avance técnico sino también una responsabilidad ética de la ingeniería. Su reflexión giró en torno a la necesidad de que la seguridad estructural sea vista como un compromiso social que trasciende el cálculo y se proyecta hacia la protección de la vida.

El cierre académico estuvo a cargo del ingeniero Héctor Guerrero Bobadilla, investigador titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM, quien ofreció una mirada desde la academia sobre las normativas actuales y las tendencias futuras. Explicó que México ha avanzado hacia reglamentos que incorporan conceptos de diseño basado en desempeño, resiliencia y funcionalidad post-sismo, e hizo énfasis en que Colombia, como país de alto riesgo sísmico, debe continuar en ese camino. También señaló que tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el internet de las cosas y los gemelos digitales tendrán un papel cada vez más relevante en la predicción y evaluación del comportamiento estructural.

La jornada permitió a los socios de la SCI y a los asistentes conocer herramientas que contribuyen a la prevención de desastres, en un contexto donde Colombia es reconocida como país de alto riesgo sísmico. Los conferencistas coincidieron en que el reto no es únicamente técnico, sino también de actualización normativa, formación académica y toma de decisiones que prioricen la seguridad de la vida y la resiliencia de las comunidades.