Durante tres días, Cartagena se convirtió en el epicentro de la creatividad e innovación de los jóvenes ingenieros de Colombia en el marco del IX Encuentro Nacional de Jóvenes Ingenieros, organizado por la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) y su Comisión de Jóvenes Ingenieros, con el apoyo de ACOFI. El evento, que se llevó a cabo en el Centro de Convenciones de Cartagena del 25 al 27 de septiembre, reunió a estudiantes, profesionales y expertos en un espacio de intercambio de conocimientos para discutir el papel de la ingeniería en el desarrollo sostenible del país.
El último día del evento estuvo lleno de ponencias y reflexiones enfocadas en temas de gran relevancia para el sector, como la vivienda rural, la sostenibilidad agrícola, las energías limpias y la innovación tecnológica. Carlos Andrés López Suárez abrió la jornada con una exposición sobre la situación de las viviendas rurales en Colombia, señalando que el 85% de la población en estas áreas vive en condiciones poco favorables. Propuso un modelo de mejoramiento agrícola integrado con la vivienda, que contempla el diseño, la salud, el ámbito social y agropecuario, con el fin de transformar los hogares rurales en espacios sostenibles que promuevan tanto la producción agropecuaria como el bienestar de sus habitantes.
Por su parte, Brayan Felipe Benítez Rocha expuso sobre la importancia de involucrar a las comunidades en la planificación y ejecución de proyectos de infraestructura vial, destacando que estos planes deben ser concebidos como un instrumento para el desarrollo local y la cohesión social. En la misma línea, Aristides José Noriega Hernández presentó su investigación sobre el uso del biochar en el cultivo de café, una innovación agrícola que mejora significativamente la retención de nutrientes y agua en el suelo, aumentando la productividad y contribuyendo a la mitigación del cambio climático. Noriega subrayó cómo esta técnica se perfila como una herramienta clave para promover la sostenibilidad en regiones como el Cesar.
Emanuel Botia Duque abordó la temática de la huella de carbono organizacional con un enfoque práctico, presentando la plataforma HCtools como una solución para medir y reducir las emisiones de carbono en instituciones como la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB). Su presentación mostró cómo la automatización de cálculos y el uso de tecnologías de medición pueden facilitar la adopción de energías renovables y la gestión de refrigerantes como prioridades organizacionales. Esta iniciativa fue complementada por Paola Andrea Contreras Torres, quien enfatizó en el papel del hidrógeno verde como una de las soluciones más prometedoras para la transición hacia un futuro energético libre de carbono, resaltando la necesidad de invertir en políticas y tecnologías que impulsen su desarrollo.
Desde una perspectiva comunitaria, Angie Tatiana Erazo Álvarez habló sobre la necesidad de implementar modelos educativos enfocados en el aprovechamiento de residuos orgánicos, con el objetivo de sensibilizar a las comunidades sobre prácticas sostenibles y fomentar la adopción de procesos innovadores en el manejo de residuos. Este enfoque se vio reflejado en la intervención de Alejandra Pérez Acevedo, quien abogó por la arquitectura bioclimática como un paradigma de diseño que no solo optimiza los recursos naturales disponibles, sino que también responde a las necesidades específicas de las comunidades vulnerables. Ejemplos como los Parques Biblioteca de Medellín demuestran que un diseño centrado en el aprovechamiento de la luz natural y la ventilación puede transformar zonas urbanas en centros comunitarios vibrantes y sostenibles.
Elías Nova Burgos, por su parte, expuso sobre el manejo de las aguas residuales en la industria cárnica a través de simulaciones de procesos biológicos, resaltando que el uso de modelos matemáticos permite una mayor confiabilidad en el control y operación de los sistemas de tratamiento, contribuyendo a la preservación de la biodiversidad acuática. La integración de estas herramientas es fundamental en países como Colombia, donde la agroindustria tiene un fuerte impacto en el medio ambiente.
Isabella Sánchez, presidenta de la Comisión de Ingenieros Nueva Generación del César, destacó el papel transformador de la ingeniería en la educación ambiental, señalando que los ingenieros tienen la responsabilidad de integrar principios de sostenibilidad en todas las etapas de sus proyectos. Propuso un enfoque multidisciplinario, donde se trabaje de la mano con expertos en medio ambiente, sociólogos y economistas para desarrollar soluciones que respondan a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El enfoque joven y dinámico del encuentro quedó reflejado en la intervención de Steven Silva y Michelle Ramírez, quienes, como jóvenes ingenieros funcionarios de la SCI, destacaron la importancia de combinar tecnología, creatividad y sostenibilidad para enfrentar los retos futuros de la ingeniería en Colombia. Los jóvenes ingenieros reafirmaron su compromiso con la innovación, el aprendizaje continuo y la construcción de un país más resiliente, a través de la participación activa en agremiaciones como la SCI.
La jornada cerró con un panel en el que se discutieron las estrategias para fortalecer la participación de los jóvenes en la construcción de políticas y proyectos de infraestructura, haciendo un llamado a ampliar la colaboración interdisciplinaria y a establecer alianzas con otras áreas del conocimiento. Sindy Romero, coordinadora de la Comisión de Jóvenes Ingenieros de la SCI, resaltó el apoyo decidido de la Sociedad a las iniciativas juveniles, subrayando la necesidad de fortalecer el relacionamiento con universidades y otras agremiaciones. Santiago Sánchez agregó que es responsabilidad de los jóvenes ingenieros llegar más allá de sus especialidades y contribuir activamente en la transformación social.
Finalmente, el presidente de la SCI, ingeniero Hernando Monroy, reconoció el esfuerzo y la dedicación de todos los jóvenes que participaron en el encuentro y destacó que el verdadero impacto de la ingeniería no solo radica en el conocimiento técnico, sino en la capacidad de generar cambios positivos a través del trabajo colectivo y el compromiso con el país. En sus palabras de cierre, Monroy enfatizó que el crecimiento de la SCI depende de la integración de las nuevas generaciones y de su voluntad para liderar los cambios necesarios que aseguren un futuro próspero y sostenible para Colombia. Concluyó con un llamado a seguir fortaleciendo los lazos entre los ingenieros jóvenes y los profesionales de mayor experiencia, para que juntos construyan una ingeniería comprometida con el desarrollo social y el bienestar de todas las comunidades del país.