En momentos en que el país enfrenta escándalos de corrupción en algunas esferas públicas y privadas, el Instituto Colombiano de Normas Técnicas, Icontec, adelanta una campaña para combatir la cultura del soborno.

Para ello promueve los alcances de la norma ISO-37001 para que las empresas la adopten voluntariamente con el fin de prevenir casos de corrupción.

Es un instrumento que promueve no solo la calidad, sino la ética en las organizaciones, señala Roberto Miguel Montoya Villa, director del Icontec.

¿En qué está hoy la certificación de empresas en Colombia, es decir, de aquellas que quieren tener un sello de calidad para sus negocios?

Cuando uno habla de la certificación de sistemas de gestión, y en especial la más popular que es la norma de calidad ISO-9001, hay que reconocer que la mayoría de las empresas que cuentan con ese sello son medianas y grandes. Esas organizaciones no tienen duda en contar con ese certificado porque eso les genera mayores oportunidades de mercado, mejores negocios, productos y servicios. Infortunadamente, esa misma mirada no es de las más pequeñas y es el esfuerzo que adelanta Icontec para llegar a esas compañías.

No se debe generalizar, pero hay sectores que están en disposición de implementar esos sistemas de gestión en sus organizaciones porque han enfrentado la competencia y exportado a otros países. Esa es una condición para ser exportador.

¿Cómo convencer a más empresas para que se certifiquen?

El año pasado hicimos un estudio y trabajamos con tres empresas de diferente tamaño. Y se pudo demostrar que las normas que tienen les han generado beneficios en términos económicos y rentabilidad, al igual que menores pérdidas. Todo eso para demostrar que certificarse es positivo. No es una exigencia del Gobierno, sino algo voluntario.

Sin embargo, Colombia tiene un liderazgo en este campo, salvo frente a Brasil y México, que son economías más grandes. Hoy contamos con alrededor de 10.000 certificaciones de calidad, aunque hay empresas que han implementado sus propios sistemas de gestión y no han requerido de una certificación. En el mundo son un millón de empresas con el sello ISO-9001.

¿10.000 firmas no son muy pocas, teniendo en cuenta que en el país existen cerca de un millón de empresas, la mayoría Pymes?

Sin duda. Cuando uno mira las cifras y las compara con la base de empresas que tiene el país todavía existe camino por recorrer. Eso es producto de un país que ha sido en su gran mayoría productor de materias primas y por lo tanto los estándares de producto no son tan indispensables frente a otras compañías que tienen procesos de producción y de mayor valor agregado que requieren de certificaciones.

En la medida en que el país avance en lo industrial con mayor innovación y productos sofisticados, seguramente aumentará el número de firmas que adoptarán estándares más altos en materia de gestión y en calidad de productos para poder acceder a los mercados internacionales cumpliendo las exigencias de los consumidores.

¿Cuántas empresas más cree que necesita el país con sello de calidad?

Más que decir un número, lo importante aquí es que haya un mayor número de empresas sobre todo exportadoras con certificación de calidad para ser más competitivas. Debemos ser un país focalizado más en exportaciones, y en ese esfuerzo está el Icontec.

Con la adopción de la norma NTC-ISO 37001 para combatir los sobornos, que acaba de impulsar el Icontec, ¿cree que la corrupción podría frenarse?

Es una norma de carácter voluntario a adoptar en las empresas y no una imposición del Icontec.

Desde hace más de tres años a escala internacional se viene promoviendo esa norma para fomentar la ética empresarial y los principios y valores, la cultura organizacional y el Gobierno corporativo.
En Colombia la adoptamos como una norma que las empresas pueden implementar, aunque no estamos acudiendo a una ‘vacuna’ para que no se presenten problemas de corrupción o de soborno.

De lo que se trata es de dar un paso que les permita a las organizaciones tener un sistema de gestión para prevenir, reducir, controlar, y de alguna manera mitigar la posibilidad de un riesgo de corrupción al interior de una empresa, por ejemplo, de 500 empleados.

¿No se demoró Colombia en adoptar ese código de ética, pues los recientes escándalos de empresas como Odebrecht han repercutido mucho en la sociedad?

Este es un problema no solo de Colombia sino de nivel internacional. Poner de acuerdo en la ISO a 150 países en la discusión de un tema relativo a culturas (empresariales y públicas), no fue una tarea fácil.
La solución a un problema de corrupción como el que tenemos en el país — tal vez el peor que enfrenta la sociedad— se resuelve con la participación de otra serie de medidas. Es un tema de educación, de familia y de una justicia que sancione ejemplarmente la corrupción.

Es un tema de principios y valores, y aquí deberíamos decir definitivamente cero tolerancia a la corrupción.

Debemos reconocer que hemos convivido con eso, pero nada se resuelve con esta norma técnica, sin embargo es un elemento que puede ayudar a mejorar la cultura y los principios en las compañías.

¿Que tanto nos ha faltado esa cultura de la ética en empresas y entidades estatales?

Es un problema de ambos sectores. La ética es algo que debe cultivarse desde la cuna y con valores en el seno familiar, más lo que se aprende en el colegio y la universidad, y luego en los negocios.

Hay que cambiar la forma de hacer los negocios donde no debe existir solo la calidad de un producto o de un servicio, sino de cómo hacer mercadeo, tributar al Estado, manejar las finanzas, contratar empleados y proveedores.

Todo eso debe estar cobijado por los principios éticos y de respeto a la dignidad empresarial. El tema más claro es Odebrecht que era un ejemplo desde lo técnico cuando construía vías y proyectos de infraestructura. Hoy, el concepto que tenemos de esa empresa es que perdió toda su reputación.

¿Cómo se está fomentando esta norma en las empresas?

Se hizo un trabajo con la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República y la Sociedad Colombiana de Ingenieros. Una vez adoptada la norma, estamos adelantando jornadas de sensibilización y de foros por todo el país para dar a conocer su alcance. Y que las empresas puedan adoptarla con el acompañamiento del Icontec.

Fuente: El Pais.com.co