El uso de bicicletas y patinetas eléctricas se presenta como una alternativa prometedora en Bogotá, una ciudad en donde cada año cada persona pierde cerca de 122 horas en trancones vehiculares. Estos medios de transporte pequeños y eficientes se plantean como soluciones para combatir la congestión y reducir la contaminación ambiental. En la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) diseñaron cuatro prototipos de bicicletas reutilizadas y acondicionadas al sistema eléctrico; aunque inicialmente se pensaron para la comunidad universitaria, su uso se podría extender a otros escenarios.

El grupo de investigación creador de este desarrollo es el Electrical Machines & Drives (EM&D), de la Facultad de Ingeniería de la UNAL. El primer piloto es el modelo “E-bike Personal”, una bicicleta reutilizada y reacondicionada con sistema eléctrico, motor de pedaleo asistido de 250 W y una potente batería.

Esta opción proporciona una experiencia de movilidad personalizada y cómoda para quienes desean desplazarse rápidamente por el campus y sus alrededores.

Para transportar carga el grupo diseñó la “E-bike Escualizable”, que ofrece una solución versátil con su adaptación frontal para ajustar un sistema de carga en diferentes sentidos, lo que le concede mayor espacio y estabilidad, características que la convierten en una opción segura y sencilla especialmente para quienes deben llevar objetos voluminosos o para personas que no suelen usar bicicletas.

Según el profesor Javier Rosero, de la Facultad de Ingeniería, director de EM&D, el plus de este sistema escualizable está en que solo se ajusta el tenedor de la bicicleta, haciendo que su montaje y desmontaje sea más sencillo para intercambiar con una rueda convencional.

Para el ámbito empresarial se desarrolló la alternativa “E-bike Cargo”, que puede ser muy útil para empresas de carga, servicios de mensajería y restaurantes. Su diseño incluye una robusta estructura metálica frontal que alberga el sistema de propulsión eléctrica y la batería. Ofrece especialmente una movilidad ágil y eficiente en el transporte de mercancías y productos.

Por último se pensó en una bicicleta que aportara a la movilidad de personas con limitaciones física, por lo que se creó la “HandBike”, que además de favorecer la movilidad para esta población, también es un medio de carga. Este prototipo se planteó con un equipamiento de un dispositivo de propulsión eléctrica y se adapta fácilmente a distintos tipos de vehículos de transporte de carga o personas.

Como parte de proceso se propuso recuperar las bicicletas desechadas tanto en la Universidad como en otras instituciones, además de restaurar las del sistema BicirrUN que están en mal estado para alargar su vida útil y finalmente se adaptan a sistemas eléctricos para mejorar sus prestaciones sin que sean un producto costoso.

Innovación y movilidad

Las propuestas de desarrollo de innovación se presentaron en la conferencia “E-bikes y micromovilidad en Colombia”, durante la XVII Cátedra Internacional de Ingeniería. La conferencia contó con la presencia de destacados invitados, entre ellos el profesor José Luis Romeral, de la Universidad Politécnica de Cataluña.

Durante su intervención, el profesor Romeral hizo referencia a las estrategias de movilidad utilizadas en Europa para maximizar los beneficios de los vehículos eléctricos que, en vez de depender de combustibles fósiles como la gasolina y el diésel, especialmente, emplean motores alimentados por baterías recargables que permiten que los vehículos sean muy eficientes y generen un menor impacto ambiental al eliminar la emisión de dióxido de carbono (CO2).

Sobre ello, el experto enfatizó en que “en muchas ciudades europeas se fomenta el uso compartido de vehículos eléctricos. En estos casos, el propietario del vehículo no es el usuario final, sino una estación o una plataforma que opera bajo una figura público-privada”.

“Los vehículos son relativamente pequeños y de bajo consumo para moverse por un entorno urbano y también dispone de diferentes puntos de estacionamiento; así se maximiza su uso y se aporta a la buena movilidad”.

En Colombia este modelo de compartición de vehículos eléctricos sería una alternativa viable para promover la movilidad sostenible. Al implementar estos sistemas se podrían reducir los niveles de contaminación y congestionamiento vehicular, además de brindarles a los ciudadanos una opción práctica y eficiente para sus desplazamientos dentro de la ciudad.

FUENTE: Agencia UNAL