Después de haber conocido en 2023 la planta de prefabricados y los lineamientos técnicos del diseño inicial, la Comisión de Jóvenes Ingenieros de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) visitó nuevamente el patio taller del Metro de Bogotá para observar cómo se están ejecutando, en condiciones reales de obra, los procesos constructivos que en ese entonces apenas se proyectaban sobre planos y modelos.

La jornada comenzó con una presentación general del estado del proyecto, que actualmente supera el 50 % de avance global. En el caso particular del patio taller, se informó un progreso del 71 % en las edificaciones, adecuación del terreno y urbanismo. Este espacio, que servirá como base operativa para el mantenimiento de los trenes, concentra una parte importante de la actividad constructiva de la Primera Línea del Metro.

Durante el recorrido, los jóvenes ingenieros accedieron a diferentes áreas en ejecución, donde pudieron observar de cerca la fabricación de pilotes de concreto pretensado centrifugado (PHC), una tecnología que combina alta resistencia con eficiencia en la instalación, especialmente en suelos con exigencias geotécnicas complejas. Este tipo de pilote se produce en serie dentro de una planta industrial que opera bajo estándares de calidad controlados.

La Comisión también conoció el sistema de producción y montaje de las vigas en U, elementos prefabricados que no solo sirven como soporte estructural para el viaducto elevado, sino que también permiten el canal de rodadura del sistema férreo. Estas vigas se ensamblan en sitio con maquinaria especializada, bajo procedimientos que priorizan la seguridad en altura y la precisión geométrica.

Otro de los frentes destacados fue el proceso de instalación de la superestructura ferroviaria, que incluye el montaje de los rieles, los sistemas de fijación y las labores de alineación. Los ingenieros asistentes pudieron observar cómo se utilizan sistemas de medición digital para garantizar que las condiciones de operación futuras cumplan con los parámetros establecidos de estabilidad y confort.

La visita permitió a los jóvenes conocer de primera mano el funcionamiento de la maquinaria especializada y los sistemas de control de calidad que se aplican en tiempo real durante la ejecución de la obra. También ofreció una visión concreta sobre cómo se gestionan los procesos de izaje, transporte interno y ensamblaje de componentes en proyectos de esta escala.

Las visitas técnicas siguen siendo una herramienta valiosa para enriquecer la formación de los ingenieros jóvenes. Al recorrer frentes de obra activos, como el del patio taller del Metro de Bogotá, se amplían las referencias sobre los sistemas constructivos empleados, se entienden mejor los ritmos y decisiones de ejecución, y se alimenta una lectura más informada —y crítica— sobre los grandes proyectos de infraestructura en el país. Para la SCI, este tipo de ejercicios ha sido una vía para construir criterio técnico colectivo y mantener un diálogo constante con las realidades del sector.