Germán Pardo A, Presidente, Sociedad Colombiana de Ingenieros.
Estas son tal vez las tres aristas que enmarcan este momento histórico que se destaca por la incertidumbre, indefensión, temor, aislamiento y finalmente desesperanza. El ser humano desde épocas muy lejanas no albergaba estos sentimientos al mismo tiempo y es por ello por lo que salen a flote nuestros instintos primitivos de supervivencia. Los jefes de la manada se quedan al frente, las hembras rodean a sus hijos, los enfermos y los más viejos quedan atrás, la prudencia del jefe salvará la manada.
Debemos entender que «Estado» conjuga gobierno, pueblo y territorio, y es por ello que el gobierno con sus decisiones debe garantizar la viabilidad del Estado y debe defender el territorio Colombia un país de contrastes, de gente admirable y trabajadora, de empresarios pujantes, de campesinos consagrados, de profesionales envidiables, de trabajadores llenos de esperanza, de tierras fértiles, de abundancia en recursos naturales, agua dulce suficiente, climas variados es también un país desigual, con baja cobertura de servicios públicos, índices de pobreza altos, deficiente cobertura en infraestructura de salud, rezago en movilidad, poca industrialización, deficitarios en alimentos- Somos un país dependiente del carbón, el petróleo y el café, producto insignia, que además se están produciendo hoy a perdida. Por otra parte el desempleo, subempleo, informalidad, bajos salarios, desnutrición, drogas de mala calidad, altas importaciones de productos agrícolas, deuda externa extremadamente alta, crecimiento bajo, desarrollo tecnológico e incipiente, deficiente calidad educativa, desorden urbanístico, migración de muy bajo nivel, polarización, baja credibilidad institucional, entes legislativos desprestigiados, rama judicial inmersa en escándalos, clase dirigente cuestionada, mafias, narcotráfico, contrabando, conflictos internos, hacen que sea un país muy complejo de gobernar.
El jefe de Estado debe en tiempos de crisis enfocar todas las iniciativas para defender a su pueblo, es la razón de ser del Estado, el ejecutivo debe entender rápidamente que todo el aparato burocrático debe ponerse al servicio de la comunidad; debe ser ejemplo de solidaridad y debe dar instrucciones precisas, nunca debe permitirse que funcionarios obtengan réditos políticos y menos en situaciones de emergencia. Debe sancionarse de manera drástica cualquier actuación indebida; se debe prohibir el adular funcionarios, menos entre ellos mismos, y todos y cada uno de los funcionarios deben tener claro que los recursos y acciones hacia el pueblo, ni son de ellos, ni son regalos, son el producto de una adecuada administración de lo existente por parte del jefe de Estado.
En esta crisis producida por la pandemia, hay que entender que Colombia no es de los países mejor preparados para enfrentarla, tenemos un deficiente sistema de salud, inmerso en procesos de corrupción que poco a poco lo han debilitado. Esa es nuestra gran debilidad y por eso el jefe de Estado debe dedicarse con todos sus recursos a evitar la propagación del contagio, no hay otra opción; si se sale de las manos colapsa el sistema, y no seremos capaces de sobrevivir.
Previamente a exigir acciones para ayudar gremios, apoyar empresarios, defender empresas, debemos pensar en la gente, sin ella no habrá ni gremios, ni empresas y no tendremos empresarios, «cuidar la gente es la prioridad». El Estado debe ponerse al servicio del pueblo, con todos los recursos, con todas las políticas públicas, con todos los esfuerzos, sin demagogia, con ejemplo. En esta economía de crisis casi que todos deberíamos tener un “salario de crisis”, sabemos cuál es ese promedio, y todos deberíamos colaborar, empezando por los funcionarios del Estado, no deben olvidar que sus salarios los pagamos nosotros, es por ello que si nos piden esfuerzos deberían empezar por darlos; no se compadece que en este tiempo de crisis paguemos salarios mayores a 7 salarios mínimos, es un esfuerzo de todos, los funcionarios y empleados públicos, contratistas por prestación de servicios, asesores, profesionales por contrato, etc., dependen del pueblo, hoy en crisis no hay más, el excedente deberá ser depositado en una cuenta para atender el inmenso impacto social, subsidiar a los que no tienen posibilidades, pagar un porcentaje a los empresarios que mantengan sus nóminas, dar beneficios a los solidarios.
Esta opción, debería implementarse por un periodo inicial de tres meses, esto dará esperanza al pueblo, dará ejemplo y llenará de solidaridad a la comunidad, al sector salud hay que reconocerlo inmediatamente médicos y auxiliares de salud, sin mezquindades, como se merecen, la inversión en salud debe ser la más grande en el presupuesto, ¿qué ganamos con tener tan alto presupuesto para defensa y tan bajo en la salud?, esta guerra se gana con médicos y enfermeras y no con soldados, no con fusiles y tanques, con respiradores y tapabocas, ¡qué utopía¡.
Colombia tiene más de 1.2 millones de servidores públicos, incluyendo militares y docentes, hay más de 250 mil contratos de prestación de servicios, siendo el 60 % del orden territorial, más del 30% de la nómina está compuesta por abogados, el 12 % por ingenieros, el 11 % administradores de empresas, el 9 % contadores públicos, y el 5% profesionales de la economía, el sector defensa y seguridad concentra casi 13 billones o sea el 54% de los gastos de nómina, la rama judicial cerca de 2.8 billones , la fiscalía 2.5 billones y los órganos de control casi un billón, con recursos nacionales se pagan 4 mil maestros y casi 300 mil educadores públicos, muchos menos maestros que uniformados (más de 400.000), tenemos 5.5. millones en la informalidad, sobre un total de 11.5 millones de ocupados, casi el 50% es informal, el total de trabajadores supera los 22 millones.
El problema del país está en que cerca del 44 % de los trabajadores gana menos de un salario mínimo, el 96% de las empresas son Mipymes, considerándose que el 80% de los trabajos vienen de allí, y se estima que hay más de 12 millones de personas en la pobreza con ingresos máximos de 250.000 pesos mensuales, el 40 % de la población es vulnerable, es decir superaron la pobreza pero corren el riesgo de volver a esa condición, ahí radica el mayor problema que debe enfrentar el jefe del Estado, y a esta gente es la que hay que atender sin dilaciones.
El gobierno por eso debe ser responsable, debe dirigir todas sus acciones a garantizar el sustento básico de la comunidad, debe enfocar todos los esfuerzos a mantener activa la población trabajadora, debe actuar con gran responsabilidad, en esta crisis producto de una pandemia en la punta de la pirámide está la población vulnerable, hay más de 15 millones de personas en situación grave, y si los empresarios no colaboran en esta crisis se llegará rápidamente a 23 millones, inmanejable para el gobierno, en estos tres meses que pedimos de solidaridad, no se debe hablar de plazos, de refinanciación, de posponer, deben ser medidas de choque social, de impacto inmediato, de defensa de los más débiles, debemos ser solidarios, serán inicialmente 90 días , pero entendamos que defendemos una generación, una generación son 18.150 días (50 años), el 0,5%, casi nada ……cierto, aplica para salarios, utilidades, incertidumbre, temor, tristeza, viabilidad de estado.
No pensemos ahora en salvar empresas, pensemos en salvar individuos ayudando a mantener las nóminas de las empresas, por cada salario mínimo que paguen los empresarios el Estado debería posteriormente reconocerle mínimo el 30%, a cada empresa que mantenga sus trabajadores se le debe premiar, habrá mecanismos, siempre ha habido premios para empresas, pero también habrá castigos para los no solidarios y para estos colombianos que sean retirados de sus puestos de trabajo, cancelados sus contratos o no renovados , el gobierno debe asumir sus salarios de subsistencia, y dichas empresas perderán el sello de la solidaridad, y deberán responder ante la ciudadanía y el gobierno. La responsabilidad del gobierno es mantener activo el recurso humano, mantener alimentada y con salud a la gente, lo demás mejorará con el tiempo.
A las empresas que cumplen con la responsabilidad social, se les debe respaldarla, esta gran prueba que no solo tiene Colombia sino todos los países de mundo, generará un cambio radical del enfoque empresarial, obligando a repensar que primero está el individuo y luego las utilidades, debemos mantener honrados nuestros negocios, nuestras acreencias y nuestros pagos. Se debe iniciar con la estructuración de procesos que garanticen posteriormente las mejores condiciones para la reactivación, proponer reorganizaciones internas, nuevos procedimientos, optimizaciones, trabajo en casa, entre otros. Es tiempo de hacer lo que nunca hemos hecho en la cotidianidad de nuestros negocios En la historia de la humanidad luego de una catástrofe todo tiende a la normalidad y son los optimistas y los que mantienen la solidaridad y la palabra empeñada, los que sobrevivirán. Confíen en el futuro que los gremios lucharan por recomponer lo más rápidamente los negocios, poco a poco iremos resarciendo las pérdidas, pero lo más importante será sentir una gran felicidad interior por haber ayudado a muchos compatriotas a mantener su vida, su salud y su tranquilidad, esa es nuestra responsabilidad.
En relación con el otro actor fundamental, el pueblo, hay que exigirle responsabilidad, compromiso social, respeto por los demás, solidaridad absoluta en nuestras acciones, ser solidario es respetar la salud del otro, es cuidar al otro, es ser responsable con la familia, es tener paciencia, tolerancia, respeto, es aprovechar el tiempo, es ser absolutamente responsable con el trabajo en casa o el teletrabajo, no traicionar la confianza, es compartir, hay que recordar como dijo Marco Polo, «de la conducta de cada uno depende el destino de todos»”.
Finalmente, el gobierno tiene una gran responsabilidad en unificar los criterios de los entes del orden nacional, departamental y municipal, de las empresas comerciales e industriales del estado, de los entes de control, de los expresidentes de la república, de los legisladores, de la rama judicial, y a los medios de comunicación debe exigirles responsabilidad en la forma de informar.
Adicionalmente se debe crear el comité de crisis liderado por el jefe de Estado, asesorado por expertos, dando instrucciones claras en lenguaje de fácil entendimiento por la comunidad, el 80% de quienes escuchan tienen grado educativo de medio a bajo, se debe prohibir el protagonismo de personas que no aportan a la crisis.
Este es un gran problema que nos atañe a todos, y tal vez es el primer escollo que tenga que sortear la humanidad donde las diferencias de pensamiento, políticas, económicas, filosóficas, de poder o de dominación, no tengan nada que ver con las decisiones, es cuestión de supervivencia. En pocos meses seremos gente diferente, tendremos ambiciones diferentes, metas diferentes y proyectos de vida diferentes, salvemos al individuo, juntos recuperaremos luego todo.
En estos momentos no quiero parecer injusto con el gremio, todos están exigiendo medidas para cada sector que se está viendo afectado, pero considero que debemos respaldar todas las medidas de choque e impacto social inmediato expedidas por el Gobierno, primero la gente, luego entre todos reconstruiremos nuestras empresas y el país. Los empresarios de otros países están ahora presionando a sus gobernantes para que se tomen rápidamente las acciones que garanticen el aislamiento total. Entendieron que lo primordial y fundamental es el cuidado de la población y por todos los medios evitar el colapso del sistema de salud. No serán 15 días, no serán dos meses, mínimo nos tomará 6 meses este problema para recuperarnos.
“En esta pandemia los únicos héroes serán los médicos, sus auxiliares y el pueblo colombiano”.