Uno de los puentes atirantados más largos del país, que en la actualidad está en construcción, se cayó ayer y dejó diez personas muertas. Se trata del puente Chirajara en la vía Bogotá-Villavicencio, el cual hace parte de las concesiones de primera generación que estructuró la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI. La inversión es de 75.000 millones de pesos.
Al cierre de esta edición, los organismos de socorro informaron que lograron rescatar cinco cuerpos, de los diez, y que las labores de búsqueda quedaron suspendidas hasta la mañana de hoy, debido a las dificultades que ha traído remover los cuerpos que quedaron atrapados en las losas de cemento.
La obra está a cargo del concesionario Coviandes, el cual es filial del grupo Aval y Corficolombiana de Luis Carlos Sarmiento. La empresa, a través de un comunicado, dijo que la prioridad, “es la atención de la emergencia y el rescate de personas heridas en el hecho” y no dio detalles de las causas del siniestro.
El ministro Germán Cardona quien visitó ayer la zona, indicó que justo en el momento del accidente había 22 trabajadores y que, en consecuencia, pudo ser más grave. “Le solicitamos a la concesión que inicie una investigación para analizar cuáles fueron las causas del desplome, porque hasta este momento no tenemos ninguna”, sin embargo, los hizo responsables.
Posibles causas
Juan Martín Caicedo, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, CCI, indicó que es un hecho lamentable para la ingeniería. “Esperamos conocer en detalle las razones de índole técnica que causaron el accidente, que por lo demás afecta el cronograma de una obra estratégica, como lo es la vía que de Bogotá conduce a Villavicencio”.
Argelino Durán, presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, explicó que es muy aventurado indicar cuál pudo ser el motivo de la falla.
“Esta es una tragedia que no debía haberse presentado, sobre todo en una obra de esta magnitud, en donde los controles tienen que ser estrictos, tanto durante el diseño como en la construcción”, dijo. Este tipo de obras de ingeniería, explicó, se colapsan por varias razones. Una es una causa imprevista, como un terremoto y debido a que la obra no estaba terminada se pueden generar unos esfuerzos que no estaban previstos. “Pero parece ser que este no fue la causa”.
El otro motivo es que haya una posible deficiencia en el diseño o en el proceso constructivo. “En términos generales se puede advertir que, supuestamente, la ingeniería lo que hace es diseñar y construir estructuras para que no se caigan, entonces, si esto pasa lo que se piensa es que hubo una falla. Esto que estoy señalando es un concepto sin fundamento debido a que se hace necesario tener los estudios y la revisión de todos los controles de calidad que nos lleven a determinar con certeza cuál fue la causa”, sostuvo.
El especialista subrayó que no es corriente que este tipo de mega estructuras colapsen ya que la ingeniería debe garantizar que esto no pase.
“No se puede afirmar que porque la obra la está haciendo un privado no tiene buena ingeniería. El negocio de la concesión es estrictamente financiero”, explicó.
Martín Alonso Pérez, presidente de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos, sostuvo que es muy aventurado advertir las causas. “Desde lo que conocemos podemos decir que este es un problema de un diseño estructural deficiente y, obviamente, una interventoría de baja calidad. No hay una respuesta para todo lo que nos ha pasado porque en el fondo el desplome del edificio en Cartagena fue por algo similar, de Space igual, lo del puente peatonal en Bogotá. Este tipo de tragedias, en el fondo, obedecen a un diseño estructural deficiente”.
Agregó que cualquier tipo de obra, sea pública o de concesión, debe quedar bien hecha. “En la exigencia de diseño y construcción no nos podemos equivocar, y por eso está pasando este tipo de tragedias”, puntualizó.